jueves, 13 de agosto de 2009

Dentro del Cosmos

Miramos la Tierra desde arriba, a ella sola abandonada o acompañada por Dios,
los ángeles reteniendo los vientos u otras esferas a lo cerca o a lo lejos en el vaso
de esa oscuridad. ¿Quién sabrá de nosotros allá afuera y quién sabrá de Dios
aquí adentro? Nos miramos entre nosotros y no entendemos al camina al lado,
nos miramos al espejo todas las mañanas por que él es sincero y nos halaga
mas de la cuenta, pero no nos reconocemos, ¿quién sabrá de nuestro corazón
allá en nuestra mente y quien sabrá de nuestra mente aquí dentro del corazón?

Vivo y muero dentro de mi mismo cosmos, Dios y el demonio reclaman sus territorios
en los patios de mi humilde casa y yo no concilio el sueño por el ruido de la batalla
y camino con ojeras abismales en el rostro y no hablo cuando la hoja me abre los oídos
y escucha los sueños y lamentos. Hay un alma de mujer soplando las velas del barco
con aliento de montaña y selva y sabor caribe y voz tierra.
¿Qué seria de la corbeta fantasmal sin su mar ni las constelaciones?

Vistámonos juntos de aire, agua y tierra y algún sentimiento, allí estaremos
armados con la armadura del tiempo para conversar con nuestros hijos
y arreglar el mundo en un saludo. Arreglar el mundo, arreglarse la corbata,
arreglarse los cordones, ¿cuál es la diferencia? si todo se hace con las manos
como un saludo y del saludo nace la mirada y de la mirada nace la sonrisa
y de la sonrisa nace la alegría y de la alegría nacen los recuerdos
y el recuerdo es la sombra de los días eternos.
¿Quién sabrá de nuestro corazón allá en nuestra mente y quien sabrá de nuestra mente aquí dentro del corazón?

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